Luego de más de 3 semanas de toma, la conducción del Centro de Estudiantes (Mella), decidió que la misma estaba “agotada”. El día miércoles, en una de las asambleas con mayor participación estudiantil desde que empezó el conflicto, la Mella propuso “modificar el carácter de la toma” planteando la necesidad de que las cursadas vuelvan a las aulas. El retroceso planteado en la medida de lucha, llamativamente, fue festejado por la actual conducción del CECSo (Mella) como si el mismo significara un gran triunfo.
La paradoja radica en el punto de que la actual conducción del Centro realizó este planteo justo en medio de una provocación montada por el gobierno nacional que rechazó poner el presupuesto para la construcción del Edificio de Sociales bajo la excusa de que la oposición no le aprobaba el nuevo presupuesto nacional, justo el día en que la tapa de todos los diarios planteaban un aumento del superavit fiscal de más del ¡400%!
Por si fuese poco, el mismo día de la asamblea de sociales, los decanos de todas las facultades de la UBA sacaron en el Consejo Superior una declaración de ataque a la lucha de los estudiantes, catalogándola de “sectaria” y de “hacerle el juego a la educación privada”. Toda una declaración de principios de quienes rechazan recibir a los estudiantes y se niegan a dar respuestas con respecto a una crisis edilicia que los tiene en el banquillo de los acusados.
La “vuelta a las aulas”, en este contexto, no puede nunca saludarse como un triunfo. Por el contrario, esta decisión se ha convertido en el primer paso para desarticular la lucha más importante de nuestra facultad de los últimos años, sin conseguir a cambio de esto, para colmo de males, absolutamente nada.
El festejo de la Mella no debe resultar ninguna novedad. Al fin y al cabo, fueron ellos los que plantearon ¡al segundo día de comenzada la toma! que había que levantarla, cosa que consiguieron en su momento en Constitución y Ramos.
Las agrupaciones kirchneristas y radicales de la facultad se sumaron sin disimulo a festejar junto a la conducción del CECSo “la vuelta a las aulas”. A pesar de no acordar con la continuidad de la toma sin dejar entrar a las autoridades, las agrupaciones kirchneristas y la Franja Morada , votaron esa moción, por el simple motivo de que vieron en ella una vía directa para lograr el levantamiento total de la toma. La votación significó, en este punto, una gran estafa, ya que estas agrupaciones, lejos de pretender profundizar la lucha, pretenden liquidarla. A la Mella no se le escapó esta maniobra y contó desde el primer momento con estos votos para su propuesta, al punto de que intentaron que la votación se lleve adelante antes de que pudiera expresarse más de la mitad de la lista de oradores, como para que no se les vayan antes de tiempo aquellos sectores que poco les importa escuchar la voz de los compañeros.
La “vuelta a las aulas” omite además, una cuestión fundamental: el boicot organizado por Caletti y sus funcionarios para quebrar la lucha. Los docentes que no participaron de las clases públicas lo hicieron por una decisión política y no por miedo a pescarse un resfrío por dar alguna clase en el pasillo o en la calle. La gestión junto cientos de firmas de docentes que se pronunciaron en contra de la toma (algunas obtenidas como resultado del apriete de los funcionarios), por lo que la decisión de abrir las aulas, no revierte el problema del boicot organizado desde la gestión para derrotar la lucha.
Por este motivo, Caletti, enterado de la noticia, profundizó su ofensiva a través de un nuevo comunicado, donde llama a los docentes a no dar clases hasta que la toma se levante definitivamente. La apertura de las aulas sin derrotar el boicot y la política de Caletti no es garantía de masificación del debate sino tan solo una señal de que la actual conducción del Centro esta dispuesta a discutir en los términos de Caletti.
No hay que descartar, sin embargo, que como maniobra, Caletti adopte otro curso de acción, y aproveche la apertura de las aulas para mandar a los docentes a dar las clases con el objetivo de ir normalizando la situación cada vez más, hasta que el rechazo a su ingreso quede como algo descolgado. La participación activa de las fuerzas kirchneristas e incluso radicales en la asamblea, todos funcionarios de esta gestión y del rectorado, y su votación a la propuesta de la Mella , dejan definitivamente abierta también esta otra variante. De todos modos, todas las variables buscan terminar con el reclamo del Edificio único y la mudanza integral en el próximo año, el único reclamo que no están dispuestos a conceder.
Es notable, que pesar de la nueva ofensiva, Caletti no se privó de saludar el hecho de “que la resolución adoptada está al menos parcialmente dirigida a ofrecer una válvula a la presión que de hecho ejercen los muchos estudiantes que resienten la duración de la toma y se manifiestan a favor de una recuperación de la normalidad en las asignaturas que cursan”. En definitiva, el cambio en “la modalidad de la toma” terminó dándole aire al decano, que hasta se atrevió ya a fijarle las condiciones a una posible reunión, entre los consejeros directivos, encerrados entre cuatro paredes, previo levantamiento de la toma.
Notablemente, mientras Caletti realizaba esta ofensiva luego de enterarse de que la toma abría las puertas, el decano kirchnerista de la facultad de Filosofía y Letras, Trinchero, derrotado por la toma de su facultad, terminó convocando a una reunión a los representantes docentes, no docentes y estudiantiles para escuchar los reclamos. El hecho de que Trinchero haya enviado varios comunicados atacando la lucha de los estudiantes, y recientemente informado que coordinaba todas las acciones con Caletti es un hecho para destacar, ya que la convocatoria a la reunión muestra que la intransigencia de estos funcionarios tenía las horas contadas. Mientras Caletti refuerza su ataque, la continuidad de la toma en Filosofía obligó al decano kirchnerista de esa facultad a sentarse a negociar y escuchar los reclamos ¿Qué hubiese pasado en Sociales si la toma se sostenía 48hs como planteábamos algunos?
La lucha se encuentra en una etapa decisiva. Las tres semanas de toma, lejos de debilitar la misma la han fortalecido. Pasaron ¡12 años! ¿Cuánto más hay que esperar para tener una respuesta? Podemos ganar. Podemos de una vez por todas conquistar el edificio único para nuestra facultad. Para eso hay que derrotar las maniobras y extorsiones de la gestión y no someterse a las mismas. Cada clase que se perdió en Sociales fue responsabilidad exclusiva de la Gestión de Caletti que organizó un boicot educativo contra la lucha. La amenaza de que se puede perder el cuatrimestre es una extorsión más de una gestión que lo único que pretende es garantizarle al gobierno de los K que puede usar la plata de nuestro edificio para su próxima campaña electoral.
La nueva etapa estará marcada por una lucha cada vez más fuerte para que la toma se levante definitivamente. Los estudiantes tenemos que recuperar la iniciativa para que toda esta lucha no haya sido en vano. Multipliquemos las clases públicas; garanticemos el debate en todos los cursos, incluidos los de la gestión que se han negado a abrir el debate; que ningún funcionario ingrese hasta tanto exista una respuesta. Edificio único Ya! En el 2011 nos mudamos todos.
Unión de Juventudes por el Socialismo
Partido Obrero
secretaría general CECSo - presidencia FUBA
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